49 páginas

Alexander Brodsky y Ilya Utkin, Cancelled 6/21/90 (versión de dos páginas), L'Esprit de l'escalier, 2017

La UNESCO decidió hace ya algunas décadas compilar estadísticas de la edición de libros y publicaciones periódicas en los diferentes países. Para poder comparar con sentido la producción en de unos lugares con otros propuso la siguiente definición (6.a) en la Recomendacion sobre la Normalizacion internacional de las Estadisticas relativas a la Edicion de Libros y Publicaciones Periodicas del 19 de noviembre de 1964. Dice así:

Se entiende por libro una publicación impresa no periódica que consta como mínimo de 49 páginas, sin contar las de cubierta, editada en el país y puesta a disposición del público.

El único sentido de esta definición es que cada país recoja cifras comparables, pero no alcanzo a comprender qué metamorfosis ontológica transforma una pila de veinticuatro hojas de papel cosidas por un lado cuando se le cose una hoja más. Y no digamos ya si tenemos que dejar de considerar como libros aquellos objetos producidos fuera de nuestro país, o que son meramente objetos privados, no puestos a disposición del público. Desgraciadamente esta definición ha cobrado vida y se ha tomado en muchos lugares como canónica.

Pero ruego me disculpen, me estoy adelantando a los acontecimientos. Volvamos la vista atrás hacia la arquitectura de la Unión Soviética en los años 80. La política del Realismo Socialista hacía que las edificaciones fueran meramente funcionales, con materiales pobres y malamente construidas. Alexander Brodsky e Ilya Utkin, dos jóvenes arquitectos descontentos con el estado de las cosas, participaron en un grupo informal conocido como los arquitectos de papel. Dibujaban proyectos urbanísticos fantásticos e imposibles y los grababan en densas y abigarradas planchas de cobre que imprimían poco a poco según iban disponiendo de papel. Son versiones lisérgicas de los grabados de Piranesi o una continuación visual de Las ciudades invisibles de Italo Calvino, con títulos como Persona sosteniendo edificios o Villa Claustrofobia o Museo de los edificios que desaparecen.

En el año 1990 el galerista Ronald Feldman de Nueva York les invitó a hacer una tirada de artista en condiciones, lo que hicieron entusiasmados. Después de imprimir la edición limitada Feldman les dijo que debían destruir las planchas. Como las planchas eran muy grandes, Brodsky decidió grabar sobre ellas una gran línea diagonal de esquina a esquina y la leyenda «Cancelled 6/21/90».

Recientemente, una editorial semi-clandestina, L’Esprit de l’escalier, ha retomado las planchas y ha producido un libro de un tamaño descomunal, aproximadamente un metro de alto por setenta centímetros de ancho, para poder reproducir los grabados a tamaño natural. Han utilizado una imprenta de litografía offset realizando cuatro pasadas con tinta negra para darle el aspecto y la densidad de los grabados originales. El libro es tan grande que no admite una encuadernación convencional y se encuentra simplemente cosido con grapas al estilo japonés y encolado por el lomo.

Dado que el libro resulta difícilmente manejable, han producido una segunda edición mucho más accesible en formato de bolsillo, 17,5 × 10,5 cm, con traducciones de los textos de los grabados, originalmente en inglés la mayoría, a diversos idiomas.

Por si eso no fuera suficientemente accesible, hay una tercera edición de este trabajo, que es la que nos ocupa hoy. Consta de una sola hoja, dos páginas impresas con una conversación de Alexander Brodsky con otras personas, identificadas únicamente por sus iniciales, sobre los orígenes del proyecto. El texto no se encuentra en el libro original. Obviamente, el libro no está encuadernado. Aparece simplemente en una funda de plástico en la que está impreso el ISBN. Porque a fin de cuentas, ¿no es mejor forma de determinar si un objeto es un libro el buscar su ISBN que contar el número de sus páginas?

Alexander Brodsky y Ilya Utkin, Cancelled 6/21/90 (versión de dos páginas), L'Esprit de l'escalier, 2017

Cambio palabras por pelos


Nigeria es un país africano que tiene casi un millón de kilómetros cuadrados (unas dos veces España).
Tiene 161.644.000 de habitantes.
Es el país más poblado del continente africano.
Limita al oeste con Benín.
Al este con Chad y Camerún.
Al noreste el lago Chad.
Al norte Níger.
Al sur el golfo de Guinea.
Está dividida en 36 estados y un distrito federal.
La capital es Ayuba.
La ciudad más poblada es Lagos.
Los ríos principales son el Níger y el Benue.
En la desembocadura forman el delta del Níger, el más grande del mundo.
La economía de Nigeria es una de las más crecientes del mundo.
Las estimaciones de crecimiento para 2008 son del 9%.
Del 8,3% para 2009.
El FMI espera que Nigeria crezca un 8% en 2012.
El inglés es lengua oficial desde 1960 cuando se produjo la independencia de los británicos.
Además del inglés, se hablan 512 lenguas.
J. D. Okhai Ojeikere nació en 1930 en el poblado de Ovbiomu-Emai.
Este poblado está en el estado de Edo en el suroeste de Nigeria.
Además de inglés habla el dialecto Emai y el Yoruba.
Empezó el colegio cuando se pudo tocar el lóbulo de la oreja izquierda pasando el brazo derecho por encima de su cabeza. No era una prueba de habilidad; simplemente demostraba que ya era suficientemente mayor.
Estuvo allí desde los 11 años hasta los 18.
A los 18 se fue a Idaban.
Cuando tenía 19 años su padre murió. Se trasladó a la ciudad de Abakaliki.
Vivió con su hermana y su marido.
Al preguntarle que qué oficio quería aprender dijo que cualquiera que pudiera hacer con sus manos.
Ha estado 30 años fotografiando pelos.

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